El SOPA es un entorno de afectos, y como tal creemos que debe establecerse como un ESPACIO DE CUIDADOS.
Como espacio en construcción colaborativa entendemos que una de nuestras tareas es visibilizar los cuidados como práctica inclusiva y grupal, donde el respeto sea ejercido por todas las personas incorporando en sus prácticas la mediación entre iguales, la empatía y el encuentro comunitario. Desde estas premisas entendemos que los cuidados trascienden a las personas, incorporando el entorno y las formas de vida de las comunidades, así como cuidando la acogida de todas las participantes, y facilitando su inmersión en el grupo y, sobre todo, trabajando los conflictos como aprendizajes compartidos.
Como espacio “en obras”, la Comunidad SOPA va incorporando las diferentes decisiones que se han ido generando en los diferentes encuentros, propiciando entornos más amables. Para ello adoptaremos, en la medida de los posible, las necesidades que vayan surgiendo de cuidados de niñas y niños, de lactancia [para aquellas personas que lo soliciten durante su participación en el congreso], asambleas de resolución de conflictos, espacios violeta…
Queremos un espacio permeable y sencillo, que permita la escucha y propicie la creación de comunidades de prácticas.